Cruzado
El Cruzado M10, un titán entre las unidades terrestres, empuña su mazo de impacto de 500 libras con una fuerza devastadora. Diseñado para dominar el frente, destroza barreras y adversarios por igual, por lo que altera el curso del combate y logra que el enemigo pague por cada paso. Cuando este pilar de los Herederos del Hierro irrumpe en el campo de batalla, el combate se vuelve frenético y dinámico.
El Cruzado M10 nació de la necesidad y se creó a partir de excedentes robóticos, alguna vez destinados a las fundiciones de los Herederos del Hierro. Estas máquinas se transformaron en la vanguardia de la guerra estratégica. Sus piezas y estructuras endurecidas les otorgaron una durabilidad incomparable en el campo de batalla. La leyenda del Cruzado se solidificó durante la segunda Guerra de Hierro, donde no solo rompió las líneas enemigas, sino que también simbolizó un renacimiento de propósito y logró que los restos industriales se convirtieran en un faro de supremacía táctica. El M10 es un testimonio de ingenio, una muestra que incluso lo desechado puede volverse indispensable en el arte de la guerra.